Se nos ha ido físicamente uno de los hombres más luchadores que he conocido en mi vida, un hombre que sabiendo la gravedad de su herida nos dio lecciones de optimismo, nos insuflo fuerzas, confianza y deseos de emprender proyectos nuevos.
Hoy más que nunca estoy muy orgulloso de pertenecer a una generación en la que mientras la llama de la vida sigue encendida por más pequeña y débil que alumbre, ponemos toda nuestra energía para darle fuerzas y retome su calor y su luz. Así estuvimos todos en estos últimos días, porque el mismo Edesio Alejandro seguía proyectando lo que haríamos a corto plazo cuando se recuperara.
Esa llama ligada a su vida se ha apagado definitivamente en la tarde de hoy 5 de marzo en el hospital Príncipe de Asturias de la ciudad de Alcalá de Henares.
Hoy se nos ha ido físicamente, el hombre, el padre, el esposo, el amigo, el eterno enamorado de la música, más su ejemplo de constancia, fe y fuerza de voluntad queda en nuestros corazones.
Vuele alto su alma buena, los que aquí hemos quedado seguiremos unidos para lograr sus sueños, a su alma damos gracias por permitirnos compartir tanta bondad.
Nota: Hombres fuertes, aún heridos, recrean sueños.
Gracias a Idolka, su compañera en la vida y a Cristian Alejandro, su hijo, por permitirnos acompañarles en tantas horas de esperanza y dolor.
Gracias a mi siempre querido amigo Jorge Díaz por ser la gran persona que es y el gran corazón que tiene sin ostentar. A Rosa Marquetti, inmensa siempre en su cercanía, a mi amigo Frank Pérez Venegas incondicional siempre. A Joaquín Mulén por su dispuesta presencia, apoyo moral y la paz que transmite.
Todos deseamos qué, descanse en paz su alma.